El proyecto del ministro de Hacienda, Manuel Ferreira Brusquetti, de emitir bonos externos en el mercado internacional por un monto de 500 millones de dólares, parece razonable y conveniente para los intereses del país, escuchando los argumentos del secretario de Estado.
Indudablemente que, tras el cambio de Gobierno y la tranquilidad que sobreviene tras aquel suceso que puso a nuestro país ante la mira internacional, las condiciones están dadas para entrar en el mercado de valores del exterior. Este hecho podrá significar para el Paraguay contar con recursos importantes para llevar adelante obras públicas esenciales, que darán mano de obra a compatriotas y colaborará con el crecimiento económico.
Con los problemas que presentan mercados como el de Europa y otras regiones, evidentemente que América Latina está siendo seguida con interés por los grandes inversionistas. Y Paraguay está en una situación privilegiada para ser atractiva para los agentes económicos del mundo.
También propiciará, por primera vez, que el país aparezca en los mercados bursátiles que es monitoreado por los grandes inversionistas.
Se explicó que para incluir al Paraguay como emisor de bonos se debe acudir a un equipo de juristas y bancos de inversión, lo que permite inscribir en la SEC (Securities and Exchange Commission), versión norteamericana de nuestra Comisión Nacional de Valores, que debe autorizar las operaciones, posteriormente el banco de inversión ayudará a colocar los bonos en el mercado internacional.
Con la inversión extranjera se contará con los recursos necesarios a fin de encarar obras de infraestructura claves para el desarrollo.
Las previsiones indican que Paraguay podría crecer 8,5% en el 2013. Pero si existen fuentes efectivas de financiamiento que concreten proyectos de envergadura, el crecimiento aumentaría al 14%.
En los temas que beneficiarán al país en su conjunto no se debe actuar con chatura, mirando qué color o partido ejecutará el plan. La visión de los poderes del Estado debe ir mucho más allá de las aspiraciones meramente electorales.
Hay que indicar que este momento sociopolítico también quizás sea el adecuado, pues en las obras de infraestructura que podrán encararse, los beneficios serán recogidos por el próximo Gobierno que asumirá en agosto del 2013. Esto que se prepara actualmente será mirando exclusivamente un objetivo de mediano plazo.
Cuanto más se haga para generar trabajo, inversión, educación y desarrollo, el país se encaminará hacia una mayor equidad social.