Emilio Lugo
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El Parlamento Nacional aprobó el año pasado la Ley 5476/15 QUE ESTABLECE NORMAS DE TRANSPARENCIA Y DEFENSA Al USUARIO EN LA UTILIZACIÓN DE TARJETAS DE CRÉDITO Y DÉBITO. Con esta decisión política asumida, los Senadores y Diputados respondieron a las quejas generalizadas de la gente ante los abusos cometidos por los bancos y financieras en la aplicación de tasas de interés,comisiones, cargos, penalizaciones y otros costos a las tarjetas de crédito que promediaban el 50%, según publicaciones de prensa.
La medida fue sumamente criticada por los voceros de aquellos sectores que se estaban beneficiando con las enormes ganancias obtenidas
a costa de los usuarios, quienes acusaron al Congreso de violentar el funcionamiento del libre mercado con resoluciones populistas.
Esta Legislación se estableció ante la pasividad o inoperancia del Banco Central, organismo de Fiscalización y Control de estas empresas de capital que debería haber regulado dicha actividad.
La ley obliga a fijar un tope o límite máximo a las tasas de interés a ser aplicadas a las tarjetas de crédito, hasta tres veces más al promedio de las tasas pasivas vigentes en el mercado, es decir, las tasas de interés que las empresas financieras pagan a sus ahorristas.
Durante el debate realizado entre los legisladores, previo a la aprobación de la ley, se evidenciaron algunos hechos relacionados con las operaciones de las empresas financieras.
Por un lado, el bajísimo promedio de tasas de interés que pagan por el ahorro de la gente, mientras cobran elevadas tasas de interés por los préstamos en general y las tarjetas de crédito en particular.
Por el otro, los billones, o sea millones de millones de guaraníes que las empresas públicas tienen depositados en los Bancos, por los cuales, estas entidades casi no pagan nada y que son utilizados para aumentar la colosal rentabilidad que obtienen.
En contrapartida, la política del sector cooperativo siempre fue la de promover el pequeño ahorro interno para fortalecer la inversión en el desarrollo nacional, pagando un promedio más alto de tasas de interés por los depósitos que hacen los socios en su empresa.
Por tanto, el promedio de las tasas de interés de las tarjetas de crédito es alrededor del 31,5%. Se confirma, una vez más que las cooperativas son empresas de naturaleza, finalidad y formas de organización y trabajo diferentes a los Bancos y Financieras.
Debemos reiterar que son empresas económicas con finalidad social, entidades de servicios, sin objetivos de lucro que no buscan especular o sea negociar de cualquier forma con el dinero para conseguir y acumular ganancias del capital a costa de la gente, sin importar los medios.
En cambio, los bancos, como empresas de capital, no tienen otra intención más que aumentar la rentabilidad sin límites del dinero, pagando una tasa pasiva mínima por el ahorro del público y cobrando elevadas tasas de interés activa por los diversos créditos que otorgan, incluyendo
las Tarjetas.
En estos días apareció en la prensa una información que señalaba que el BCP y el Incoop están dialogando para consensuar y unificar una tasa máxima de las tarjetas de crédito para todo el mercado.
Y al respecto, queremos expresar nuestro desacuerdo por varias razones. Primero, no existe un mercado financiero único, en el sentido de constituir un espacio de concurrencia para realizar operaciones comerciales, transacciones, compra venta, etc., con Normativas o Reglas iguales.
Se trata de mercados distintos. Además, hay una cuestión práctica, sencilla y es que los Bancos deben mejorar la tasa de interés por los ahorros de la gente y a partir de ahí, conversar. Volveremos sobre el tema.