La prensa continúa informando ampliamente respecto a la política impositiva del Gobierno y la vergonzosa voracidad para recaudar más, presionando y persiguiendo a la gente que paga siempre y no a los corruptos y evasores. Como ejemplo, el diario Última Hora publicó el domingo 13 pasado que en los últimos 5 años, la recaudación impositiva creció 63,7%. En contrapartida, los gastos del Estado, provenientes de dichos impuestos y que están destinados a abonar salarios de los empleados públicos, creció 98%, mientras la inversión pública referida a la construcción de rutas, caminos, puentes etc., que debería tener prioridad porque genera fuentes de trabajo, disminuyó alrededor del 9%. Según esos datos, 80 de cada 100 guaraníes que se recaudan en impuestos son utilizados para cubrir sueldos, viáticos, gratificaciones y otros beneficios en la función pública.
Hay un rechazo generalizado a las absurdas medidas que quieren adoptar respecto al IRP , Impuesto a la Renta Personal, pretendiendo, entre otras cosas descontar y retener del 1% hasta un 10% del salario de las personas trabajadoras afectadas por dicho tributo, además de limitar los gastos familiares a ser descontados de los ingresos, conforme se establece en la Ley.
En su afán de sacar plata de nuestros bolsillos para continuar subsidiando la gran corrupción que diariamente es denunciada en los diversos medios de comunicación, el Ministerio de Hacienda está intensificando, también, la campaña referida al impuesto que intentan imponer al acto cooperativo, o sea, a todo el quehacer solidario que realizan los socios de las cooperativas. Nos referimos al 10% del IVA que decidieron aplicar sobre el crédito y todos los servicios sociales que se brindan mutuamente los asociados y las cooperativas entre sí, de manera autogestionaria, utilizando sus propios recursos, trabajo, sacrificio y capital.
Es bueno volver a insistir que no debemos dejarnos enredar por las estrategias de comunicación que están utilizando los voceros gubernamentales. En efecto, en todas las argumentaciones a las que recurren buscando justificar las modificaciones incorporadas a la anterior Ley 438/94 respecto a castigar con impuesto al acto cooperativo, tratan de reducir o simplificar el problema al IVA que quieren cobrar sobre los créditos cooperativos.
Afirman que la carga sobre los servicios de las cooperativas va a ser mínima. Al respecto, siempre sostuvimos que el gobierno, siguiendo las órdenes de organismos financieros internacionales, como el FMI, está implementando un plan de ataque sistemático y continuo, cuyo objetivo es liquidar, al menos en la forma que conocemos hasta hoy, el trabajo de las cooperativas. Y ese es el tema central. Las disposiciones adoptadas en los artículos 8°, 51° y 113° de la Ley 5501/15 tendrán consecuencias profundas que no se limitan al IVA . es que con la liquidación del Acto Cooperativo se va a vaciar la particularidad, la condición original que dio nacimiento, que impulsó a tanta gente a fundar cooperativas en Paraguay y en otros países del mundo.
Nos referimos al espíritu, al sentido, a la finalidad especial que tienen las mismas, como entidad asociativa y organización económica diferenciada de las otras empresas comerciales o de capital existentes en la sociedad y que cumplen funciones sociales claves, proveyendo servicios en salud, educación, ahorro, crédito, trabajo, vivienda etc., que ayudan a los asociados a disfrutar del desarrollo humano y llevar una vida más digna, de mejor calidad.