Por Emilio Lugo
Estuvimos analizando los resultados obtenidos hasta el momento mediante las movilizaciones gremiales que realizaron las cooperativas del segmento de ahorro y crédito, con el apoyo de otros sectores cooperativos. La decidida defensa por el respeto y la protección de la Autonomía y la Libre Organización garantizada por el Art. 113º de la Constitución Nacional, sin duda, es uno de los ejes principales de la lucha que continúa. Al respecto, el Ingeniero Antonio Ortiz Guanes, Gerente de la Fecomulp Federación de Cooperativas Multiactivas del Paraguay, destacó que uno de los logros fundamentales es el fortalecimiento de la Integración entre las cooperativas. Los riesgos que amenazan al sector ayudan a superar las diferencias de opiniones y sirven como elementos aglutinadores de la dirigencia, aseguró. Coincidimos con él y resaltamos también la firme actitud de preservar y defender los fundamentos doctrinarios que hicieron los y las líderes cooperativistas. Se demostraron las diferencias sustanciales que tienen las cooperativas en su dimensión humana, social y solidaria frente a las empresas de capital como los Bancos y las Financieras con su lógica orientada a ganar dinero y con las cuales pretenden equipararnos, ponernos en un mismo nivel. En ese sentido, se expusieron ante la opinión pública, las razones de nuestra oposición a los cambios que pretenden incorporar los Diputados a los artículos 51º y 113º de nuestra Ley 438/94. Por qué no se debe incorporar el sistema de listas sábanas, rechazada por la ciudadanía en general, para la elección de autoridades en las cooperativas, en reemplazo del sistema democrático de elección nominal o personal vigente desde la creación de las primeras cooperativas en nuestro país, hace unos 85 años.
Así también nuestro rechazo a la aplicación del IVA que pretenden imponer a los créditos de los socios, violentando el acto cooperativo, es decir el intercambio solidario de servicios que los asociados realizan en cada una de las empresas de economía social y estas entre sí. Como pocas veces tuvo amplia difusión en los medios masivos de comunicación y las redes sociales las argumentaciones relacionadas con los componentes de la identidad cooperativa. Se compartió con la gente las características de nuestro modelo de desarrollo. Nuestra condición de empresas económicas que tienen una clara función social. La sociedad paraguaya poco a poco fue entendiendo el carácter solidario, de ayuda mutua que está en la base de nuestro sistema de organización y trabajo. Que los diversos servicios que brindan las cooperativas no tienen la finalidad de lucrar, ganar dinero, sino de satisfacer las necesidades de los miembros. Que el objetivo no es la rentabilidad, la utilidad del capital, sino la rentabilidad social, en el sentido de contribuir con los asociados a objeto de que los mismos puedan acceder a una mejor calidad en Salud, Educación, Capacitación Técnica que les habilite para trabajar, Vivienda digna, Trabajo decente, Recreación, Deporte etc. En muchos casos cumpliendo o complementando, de manera silenciosa, sin auto alabanzas, publicidad ni marketing, las funciones que son propias del Estado, en comunidades distantes y aisladas.
Hoy más que nunca estamos convencidos que nuestra inversión en términos de Responsabilidad Social, cooperación con los diversos actores del desarrollo local públicos y privados. Los múltiples convenios interinstitucionales que tenemos con las autoridades Municipales o las Gobernaciones, nuestra contribución al fisco, la seguridad social, la generación de fuentes de trabajo, la producción agropecuaria e industrial, el apoyo al medio ambiente, las campañas de salud pública etc., son inmensamente superiores y benefician a cientos de miles de personas que las simples recaudaciones impositivas que pretende lograr el Ministerio de Hacienda aplicando el 10% del IVA sobre cada préstamo de los asociados.
En fin, las cooperativas que son protagonistas de primera línea en la historia del desarrollo económico y social de nuestra patria, nunca han sido partidarias de los conflictos. Siempre plantean soluciones y no enfrentamientos. Nuestra tradición se construyó sobre la cultura del trabajo y solo queremos seguir aportando al desarrollo nacional sostenible. Nos vemos obligados a salir a las calles a reclamar a las autoridades lo que consideramos justo. Solo le pedimos que nos dejen trabajar y se multiplicarán los beneficios para toda la sociedad paraguaya. Esperamos una decisión política en favor del modelo solidario, de la economía de rostro humano. De ese modo, las cooperativas seguirán, con la humildad de siempre, multiplicando el pan, la esperanza y las aspiraciones de un futuro mejor para todos los ciudadanos de nuestro país.