Desde que tuvo memoria, Juan escuchaba sobre las bondades del sector solidario. Esto debido a que su padre, Don Fortunato, era sastre de los directivos y funcionarios de la ex Cooperativa Policial Ltda.
Ni bien alcanzó la mayoría de edad se asoció a varias cooperativas. Hasta que a la edad de 37 años su rumbo en el sector tuvo un fuerte cambio.
“En el 2001 unos compañeros de trabajo de la cancillería decidieron fundar una cooperativa, sin dudar me sumé al proyecto y así nació la Cooperativa Multiactiva de Ahorro, Crédito y Servicios de los Funcionarios Diplomáticos Escalafonados del Paraguay Ltda. (Cofudep). Allí ocupé varios cargos”, recordó.
A la par que su carrera como cooperativista crecía, también lo hacía en su profesión: la de diplomático y catedrático. Es así que en el año 2002 fue en misión diplomática ante la Santa Sede en Roma.
“Italia es un país altamente cooperativizado. Allí aprendí mucho sobre el sector, conocimientos que luego los plasmé aquí en nuestro país”, acotó. Su vuelta al Paraguay se registró en el año 2008.
Desde allí ocupó cargos directivos primero como miembro suplente y luego como titular del consejo de administración. Estuvo en la Cofudep y la Fecoac hasta el 2017.
“Los primeros años como dirigente me enfoqué a trabajar en pos de levantar la cooperativa ya que estábamos en la quiebra. Gracias a Dios conté con muy buenos compañeros de los cuáles aprendí muchísimo”, mencionó.
Finalmente, el entrevistado culminó resaltando la importancia del cooperativismo como espacio para crecer como sociedad en todos los aspectos. Cano Montanía destacó que el sector solidario es un espacio donde no solo se puede mejorar las condiciones de vida de las personas sino también donde podemos desarrollarnos como personas. Ya que al practicarlo aprendemos valores.
“Insto a los jóvenes a incursionar en el sector solidario. Allí podemos crecer en los aspectos económicos, financieros, educativos y más. Los jóvenes no están aprovechando de los espacios disponibles”.



