Muchos pueden ser los factores que inciden en la economía de los socios que tienen préstamos vencidos en las cooperativas.
Pero uno de ellos y de alto impacto es la retención del gravamen del 10% sobre este movimiento financiero, dijo una fuente del sector que pidió reserva de su nombre.
De acuerdo con datos de 2017, que el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) subió a su página web, en 2016 las entidades registraron excedentes por G. 519.838 millones. Al año siguiente, bajaron en G. 525 millones (-0,1%) cerrando en G. 519.313 millones.
Por su parte, Antonio Ortiz Guanes, gerente general de la Federación de Cooperativas Multiactivas del Paraguay (Fecomulp), ante la consulta sobre los efectos del IVA en el sector cooperativo, había explicado que el tributo duplicó el costo del dinero a plazos para toda la membresía, con más impacto en los tomadores de menor capacidad económica, quienes constituyen la mayoría. Para Ortiz Guanes, los socios del sistema, al solicitar financiamiento, automáticamente deben asumir el 10% del IVA en base a la Ley 5501/15. Esto se resolverá con la promulgación de la norma que modifica la citada ley y que recientemente fue sancionada por el Parlamento. Luego, dijo el gerente general, al disponer del crédito para solventar consumo, estudios y en muchos casos una microempresa, nuevamente pagan el IVA.
La retención tiene un efecto reductor de los montos autorizados en cada operación, pero los tipos de las cuotas, según plazos, se mantienen con base en las tasas de interés que garantizan el valor del dinero.
Y, justamente, una de las áreas de negocios donde más excedentes se producen en beneficio de los socios son los productos relacionados con el dinero a plazos. Según estimó la fuente, el IVA bien puede ser considerado una de las causas de morosidad que obliga a las cooperativas, con productos financieros, a colocar sus excedentes en previsión, de acuerdo con las leyes que rigen estas operaciones.