Entidades se encargan de promover el desarrollo socioeconómico a partir de la generación de puestos de trabajos que permiten crecer como persona y profesional.
El 21 de junio, durante la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo realizada en el marco del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se aprobó la “Declaración del Centenario de la OIT para el futuro del trabajo, 2019”. En ella se reconoció a las cooperativas como un agente generador de trabajo decente, empleos productivos que mejoran el nivel de vida para todos. El cooperativismo en Paraguay tiene un alto destaque como generador de empleo digno.
Es fuente de trabajo para más de 120.000 paraguayos de forma directa. Además, a través de sus productos y servicios fomenta el crecimiento de los emprendedores del país. Los datos facilitados por la Dirección Nacional de Empleos, dependiente del Viceministerio de Trabajo, indican que las cooperativas se encuentran entre los cinco mejores modelos generadores de empleo digno. Una de las grandes virtudes de este sector es la formación constante. Desde el primer momento en que contratan a un funcionario, acercan capacitaciones. Estas capacitaciones permanentes en áreas de liderazgo, educación financiera son otras aristas que empoderan al personal y lo mantienen a la vanguardia de los avances. Todas estas instituciones ofrecen posibilidad de crecimiento.
Desafíos claves para el sector solidario
Uno de los mayores desafíos tiene que ver con la educación. Los Comités de Educación juegan un papel preponderante en las personas. Desde el momento en que contratan funcionarios, se encargan de capacitarlos con un enfoque en el desarrollo personal y profesional. Esto tiene una incidencia importante en el desarrollo social y en la economía misma de Paraguay. Es importante mencionar que las cooperativas también forman parte de las ferias de empleos que se realizan para impulsar la inserción laboral. La labor de este sector es clave para seguir fomentando el respeto hacia los derechos del trabajador.