En conmemoración de la Batalla de Acosta Ñu, la Cooperativa Poravoty acercó un homenaje a los nativos. Este sector está muy olvidado por la sociedad y el Estado.
Gritos de alegría, juegos y la gran ilusión de tener una mayor participación dentro de la sociedad se hacían sentir en el festejo ofrecido por la Cooperativa Poravoty. Unos 450 niños maká formaron filas con entusiasmo para recibir sus regalos, merienda y participar en los juegos.
El presidente de la institución, Miguel González, se refirió al aporte como un importante evento para resaltar el valor de los niños en la sociedad y reivindicar los derechos de los pueblos originarios
“No tenemos que olvidarnos de dónde venimos, es necesario recordar siempre nuestra historia y de quienes nacimos. Los niños ya no son el futuro del país, ellos son el presente. La educación depende mucho de las herramientas que acerquemos como sociedad civil, Estado y las mismas instituciones”, enfatizó el cooperativista.
Es así que los agasajados aprenden que la mejor alternativa para diseñar mejores oportunidades o modelos de vida, basados en la ayuda mutua y la solidaridad.
La Cooperativa Poravoty tiene el compromiso de promover la unidad y el cambio dentro de la sociedad para construir escenarios positivos y favorables para los sectores vulnerables.
Un gran apoyo para los nativos
La comunidad Maká está ubicada en Mariano Roque Alonso desde hace 34 años. La Cooperativa Poravoty y la Fundación Poravoty asumen un fuerte compromiso con ellos.
Durante cuatro años consecutivos, se encargan de acercar beneficios para sus habitantes. Este pueblo nativo está compuesto por unos 1.500 integrantes. Cuenta con un centro educativo, puesto de salud y una iglesia.
Existe un fuerte llamado a la sociedadpor parte de los nativos y la misma dirigencia de la entidad solidaria, para dar mayor atención a esta comunidad.
La decisión de seguir con una tradición de festejar el Día del Niño en este lugar responde a la urgente necesidad de apostar por un cambio social, con un enfoque más inclusivo.