Con el uso de datos y mediante un centro de gestión de desastres, el país asiático pudo contener el avance del coronavirus.
Pese a estar a poco más de 130 kilómetros de la costa de China continental, la República de China (Taiwán) ha logrado evitar que el coronavirus afecte seriamente a sus 23 millones de habitantes.
A la cercanía entre los dos países se debe sumar que miles de taiwaneses trabajan y residen en el gigante asiático.
El mapa de Casos Globales Covid-19 del Coronavirus Johns Hopkins señala solamente 42 casos registrados y una muerte en Taiwán. El país ocupa el puesto 17 en el mundo por el número de casos globales.
Jason Wang, profesor asociado de Pediatría de Stanford Medicine, explicó que Taiwán emplea una nueva tecnología y un sólido plan de prevención de pandemias que empezó a implementar durante el brote de SARS en el año 2003. El Gobierno de Taiwán estableció un Centro Nacional de Comando de Salud después del SARS, que se convirtió en un centro de gestión de desastres que se enfoca en respuestas a brotes grandes y en brindar comunicación.
Además, cuenta con un Centro de Comando Epidémico, que rápidamente implementó 124 elementos de acción, donde se incluye el control fronterizo desde el aire y el mar, la identificación de casos mediante el uso de nuevos datos y tecnología, la cuarentena de casos sospechosos, la educación del público y la lucha contra la información errónea. Además, negocia con otros países para la formulación de políticas para que las escuelas y las empresas obedezcan.
Uso de datos
Taiwán pudo integrar su base de datos de seguros de salud con los datos de inmigración y aduanas para iniciar la creación de un big data para análisis. Este trabajo le permitió identificar casos al generar alertas en tiempo real durante una visita clínica basada en el historial de viaje y los síntomas clínicos. Taipéi, la capital, utilizó además el escaneo de códigos de respuesta rápida e informes del historial de viajes.