El potenciamiento del liderazgo juvenil en el movimiento solidario es fundamental para sostener la economía solidaria en el tiempo y tener en sus filas dirigenciales a gente sensibilizada con las necesidades.
Existen una serie de factores determinantes en este proceso de preparar a nuevas generaciones para tomar las riendas del cooperativismo, más adelante. Algunas de ellas son la dinámica, los espacios, el uso de la tecnología y la educación.
El camino que se debe recorrer para llegar a los cargos electivos requiere de mucha preparación y experiencia. Los comités son los primeros pasos que toda persona que quiera formar parte de un Tribunal Electoral Independiente, Junta de Vigilancia o Consejo de Administración debe transitar.
La formación y el liderazgo sano, sensibilizado con los principios y valores del cooperativismo, son esenciales para el crecimiento juvenil en este escenario.
Muchos cooperativistas coinciden en que existe un gran desinterés de las nuevas generaciones por incursionar en este ámbito o en la existencia de una impaciencia enorme por crecer en el sector.
Las actividades culturales, educativas, sociales y deportivas quieren captar la atención de millennials y centennials. Ese tipo de espacios tienen un gran impacto y a través de ellos, se logró hacer conocer la doctrina y filosofía del cooperativismo, la ayuda mutua y la solidaridad.
Sin embargo, queda pendiente la constancia y persistencia para continuar el proceso. Los mecanismos utilizados no tienen la contundencia necesaria para atraer a los jóvenes. En ese sentido, es necesario comprender que los tiempos han cambiado y que este segmento forma parte de ese cambio.
Los jóvenes tienen que seguir preparándose para ocupar lugares de poder e ir planificando las acciones que se deben tomar para el desarrollo.