El cooperativismo cada día se esfuerza por implementar nuevas medidas para atraer a socios jóvenes, especialmente a aquellos que desean emprender a través de un negocio.
En el inicio de la pandemia, muchas cooperativas se dieron cuenta de que un gran porcentaje de sus socios pertenecían a este sector. Desde el primer instante buscaron fortalecer la conexión con ellos mediante líneas de créditos especiales como así también entregándoles espacios a los más pequeños con la organización de ferias y constantes capacitaciones virtuales.
Las cooperativas se basan en los valores de la ayuda mutua, la equidad y la solidaridad que buscan promover un nuevo comportamiento empresarial participativo a nivel social. Las nuevas generaciones cada día apuestan a la independencia económica, por lo que constantemente buscan el financiamiento adecuado para dar inicio a sus proyectos.
Cuando los jóvenes escuchan sobre la economía solidaria o del sector cooperativo, en su mayoría no entienden el concepto y creen que se tratan de organizaciones con las mismas funcionalidades que un banco o financiera. Existen 883 cooperativas en nuestro país, de las cuales 529 son de ahorro y crédito, que representan el 60% a nivel nacional.
Una de las cosas que puede aportar el cooperativismo a los emprendedores es el apoyo crediticio, asistencia técnica y capacitación. Al estar fundamentadas en la ayuda mutua, pueden ser el escenario perfecto para crear una red de contactos, aliados, impulsores e incluso proveedores.
Un claro ejemplo son las ferias desarrolladas por diversas cooperativas donde el socio dueño de un negocio puede exhibir sus productos en puntos estratégicos con el apoyo de su entidad. Otra modalidad es destinar un espacio en las cuentas oficiales de las cooperativas para promocionar servicios con información detallada con flyers o producciones audiovisuales cortas. Pequeñas acciones que marcan la diferencia en tiempos difíciles, donde la solidaridad, creatividad y apoyo son latentes en cada institución.