Las cooperativas paraguayas tienen un fuerte impacto en el crecimiento sostenible, con acciones concretas por todo el país.
Como en otros países, el sector cooperativo de Paraguay es un jugador indispensable en la estructura económica nacional.
Satisfacer las necesidades actuales de la humanidad, sin que esto comprometa los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.
Es ese el concepto básico que plantea el desarrollo sostenible. El movimiento cooperativo paraguayo, con sus más de 1.900.000 asociados, es un modelo, que desde sus principios fundacionales, impulsa diferentes acciones vinculadas que impulsan el desarrollo sostenible.
Las diversas acciones desarrolladas por las cooperativas locales, ya sean de ahorro y crédito, de producción agropecuaria, de trabajo u otras, tienen una marcada inclinación hacia la búsqueda permanente del desarrollo.
En todo el mundo, las cooperativas son reconocidas como motores del crecimiento económico. En Paraguay, este protagonismo es incluso más visible, dado el perfil del socio, que encuentra en el sector la posibilidad de subirse al carro de la inclusión financiera, lo que muchas veces resulta más complicado en otros jugadores del mercado financiero.
Sin embargo, el trabajo de las entidades solidarias no se limita a la inclusión financiera y el desarrollo económico de sus asociados.
Este va más allá, con un enfoque que incluye el cuidado medioambiental y el bienestar integral de las personas, estén estas vinculadas a las cooperativas o no.
Muchas de las acciones de las cooperativas locales van de la mano con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas en la Agenda 2030. 11 de 17 ODS están relacionados al movimiento solidario paraguayo.
Estos buscan mejorar la calidad de vida de las personas, con una mirada en las generaciones futuras y proponen la inclusión como un cambio positivo en la sociedad.