La alergia se produce como consecuencia de una reacción inmunológica, desencadenada por las proteínas que contiene este alimento.
Esta sintomatología puede aparecer a cualquier edad. Lo más frecuente es que aparezca en niños lactantes menores de un año, edad cuando se realiza la introducción del huevo en la alimentación complementaria.
El Dr. Juan Andrés Aquino, especialista en pediatría y alergia del Sanatorio Amsa, explica que los síntomas pueden aparecer por tocar huevo de forma directa o por contacto indirecto a través de otras personas que lo hayan consumido. En casos más severos, por inhalación del mismo durante su cocción por evaporación de sus proteínas.
“Para que se desarrolle una alergia, debe existir una predisposición a ser alérgico. Por otro lado, se precisa de un periodo de sensibilización de una o más exposiciones al alérgeno introducido por primera vez, en este caso el huevo, antes de desarrollar síntomas”, explicó el profesional.
Componentes
Algunos pacientes desarrollan intolerancia a la clara, la clara y yema o solo a la yema. El más recurrente es la alergia a la clara al contener alérgenos mayores como el ovomucoide, proteína causante de la reacción. Esto se debe a su mayor resistencia al calor y a la acción de las enzimas digestivas.
Síntomas
Al igual que otras alergias alimentarias, los síntomas dependen de si la alergia es mediada o no por IgE (prueba de sangre: Inmunoglobulina E alérgeno-específica), la alergia mediada por IgE se caracteriza por un inicio rápido de síntomas, entre 15 minutos y 2 horas siguientes a la toma del alimento.
Los síntomas aparecen en la piel en forma de urticaria, enrojecimiento, picor o edemas. En el aparato respiratorio, aparece en forma de tos o dificultad respiratoria. También afecta a nivel gastrointestinal con vómitos y dolor o por anafilaxia (combinación de síntomas por afectación de 2 o más órganos o sistemas).
En cambio, la alergia al huevo no mediada por IgE aparece de forma tardía. Pueden pasar días antes de presentar alguna reacción. Los síntomas más habituales son digestivos: diarrea crónica, presencia de sangre y mucosidad en las deposiciones en el caso de los lactantes y vómitos tardíos.
“Aproximadamente, el 50% de los niños con alergia al huevo se resuelve de forma espontánea a los 5 años y en el 75% a los 7 a 9 años. Sin embargo, algunos niños no superan esta alergia y son los que suelen tener un elevado nivel de sensibilización con riesgo de tener una reacción anafiláctica grave al tomar pequeñas cantidades de huevo ocultas en otros alimentos”, dijo.
Tratamientos existentes
Sintomático/farmacológico: antihistamínicos, corticoides orales, broncodilatadores y adrenalina intramuscular en los casos graves como la anafilaxia.
Evitación: evitar su consumo en cualquiera de sus formas de elaboración, así como de los alimentos que contienen huevo entre sus ingredientes.
Inmunoterapia de tolerancia: su objetivo es que el niño alcance la tolerancia completa al alimento o en su defecto, conseguir aumentar su umbral de tolerancia. Se realiza bajo control médico, administrando el huevo en diferentes formas de elaboración en forma progresiva hasta alcanzar la fase de huevo crudo.
