Bajo el conocido eslogan “Juventud Divino Tesoro” se viene fortaleciendo hace un gran tiempo la incursión de niños, adolescentes y jóvenes en la construcción de nuevas políticas para el tan aclamado cambio, teniendo como bandera la solidaridad y los valores cooperativos. Sin dudar, las cooperativas con el pilar en ese proceso de proyección trabajando con charlas, congresos, y la incorporación del modelo cooperativo en la malla curricular en las aulas de las escuelas del país.
Una de las instituciones mayormente reconocidas es el Instituto Técnico Superior de Desarrollo y Cooperativismo del Paraguay (Idecoop), donde miles de compatriotas han podido formarse y lograr un posicionamiento dentro de entidades en las cuales dejan diariamente un gran aporte que tienen importantes frutos. Muchas otras cooperativas, como Capiatá, resaltan e inclusive han conquistado escenarios internacionales por su aporte a la educación mediante sus investigaciones científicas, que los mismos alumnos han desarrollado y estudiado durante años.
La Cooperativa San Lorenzo, de igual manera apuesta al arte a través de su Academia Pytyvõ, sus estudiantes han viajado a diversos lugares llevando lo mejor de Paraguay. Entonces, estos serían solo el 15% de toda la fuerza cooperativa destinada al cambio radical. Sin dejar de lado el acompañamiento a los emprendedores con capacitaciones e ideas innovadoras que encuentran especial apoyo para mejorar sus propuestas y con esto lograr posicionarse y adecuarse al mercado actual.