lunes, junio 23, 2025

El esfuerzo propio y la ayuda mutua son la esencia de todo

Alberto Martínez, Presidente de la Cooperativa Reducto desde el 93 está inmerso en el sector. Sus inicios se remontan con el sueño de fundar una cooperativa en el barrio Reducto.

Sus primeros pasos los dio en la Cooperativa San Lorenzo cuando se desempeñaba como utilero en los eventos deportivos. Al transcurrir el tiempo, se enamoró del movimiento solidario y logró llegar hasta la Junta de Vigilancia de su cooperativa base. En aquellos tiempos, los recursos informáticos eran escasos y no permitieron la habilitación de una sucursal en Reductos. Es ahí donde Alberto, en compañía de su esposa Rafaela, decidieron apostar todas sus cartas en la fundación de una nueva cooperativa liderada por ellos. Así es como Cooperativa Reducto ve la luz en el año 1997.

Al consultarle el motivo por el cual eligieron reducto para la fundación de la cooperativa, el dirigente respondió que siente un fuerte apego y cariño por la zona, dado que allí se situaba el Cuartel de la Victoria y el Hospital de Acosta Ñu, institución que por aquel entonces recibió el apoyo de Rafaela Jara durante su etapa de concejala. Su aporte fue realizar las gestiones ante el Ministerio de Salud en la creación de un hospital modelo. Además, la zona de Reducto es conocida por albergar a cientos de familias trabajadoras dedicadas al trabajo informal. “Apuntábamos a sacar de la informalidad a todas aquellas familias acercándoles oportunidades de desarrollo y crecimiento a través del modelo cooperativo”, explicó.

Hoy, la entidad bordea los 55.000 socios donde más del 80% se ha visto beneficiado por medio de algún producto o servicio. “El esfuerzo propio y la ayuda mutua son la esencia del cooperativismo”, bajo esa premisa se mueve la entidad ya que el recurso humano es el elemento más valioso para ellos. Espiritualidad Para Alberto Martínez, la fe forma parte de su día a día y explica que la espiritualidad y el cooperativismo tienen grandes similitudes ya que ambos se abocan a la parte humana. “Comparten la misma emoción de dar y ayudar. Esto se convierte en una esencia que se traduce en solidaridad. Pasé por un renacimiento muy grande y eso me motivó a ayudar a otras personas”, dijo.

La Cooperativa Reducto se inició como una empresa familiar que se fue expandiendo en el mercado. En la actualidad, cuentan con cinco locales propios y un centro médico que son el reflejo del fruto del esfuerzo y el acompañamiento de cientos de personas que dejaron su legado en la institución con ideas innovadores con el fuerte ideal de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas.

Proyectos y metas por cumplir

El límite es el cielo, por eso, la cooperativa se proyecta en seguir creciendo. Están llenos de desafíos y metas, uno de ellos es llegar a todo el territorio nacional en zonas estratégicas como Santaní, Encarnación o el Chaco. Como tarea pendiente queda realizar un exhaustivo estudio de mercado para ver la viabilidad de llegar en esas zonas. En números apuntan a un crecimiento de entre el 10% y 15%. En salud y a través de su Centro Médico buscan inaugurar una farmacia y ampliar servicios odontológicos para todos los socios y la comunidad.

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