María Auxiliadora Almeida confecciona ajuares para bebé, mientras que María Gilda Garcete posee una granja y cultiva frutas, miel y frutos rojos. Ambas son socias de la Cooperativa Medalla Milagrosa y consideran que gracias al apoyo de su institución han logrado salir adelante con el paso de los años.

Hace diez años, la socia María Auxiliadora completó con mucha emoción un formulario de asociación para formar parte de la Cooperativa Medalla Milagrosa porque siempre escuchó que las cooperativas ayudaban a las personas para progresar. En un principio, solo utilizaba algunos servicios como los subsidios y convenios con comercios hasta que hace un par de años decidió embarcarse en la confección de ajuares para bebé, ropas clásicas, boddies, pijamas, calcetines, gorro y todo lo necesario que necesite un recién nacido.

“Hice mis averiguaciones y descubrí que las cooperativas apoyan a los emprendedores. Mi primer préstamo fue de G. 5 millones, luego de G. 20 millones y ahora estoy intentando solicitar la suma de G. 50 millones. A través de la cooperativa pude abrir un local físico, los socios deben saber que al estar al día con los pagos y cumplir con las responsabilidades se nos abren muchas puertas y opciones financieras”, explicó María Auxiliadora.

Un gran aporte que brindó la cooperativa en su vida fue la entrega de un crédito a su marido cuando quedó sin empleo. Con el dinero más el apoyo de ella, compraron un taxi y lo hicieron trabajar. “Mi marido también es socio y mediante esa ayuda logramos pagar nuestras deudas, devolver lo prestado a la cooperativa y sacar adelante el hogar”, dijo.

Asimismo, la socia María Gilda Garcete se asoció a Medalla Milagrosa hace 20 años con el objetivo de emprender en la venta de frutas, quesos, miel de abeja y frutos rojos. Primeramente, se capacitó en su área y una vez obtenido los conocimientos y determinar la manera en que quería liderar su negocio, se acercó a la cooperativa y solicitó un préstamo para mejorar la cadena de producción de la granja que había construido con su marido.

“Debo decir que elegí a Medalla a través de las amistades, pero quedé muy sorprendida al descubrir que organizaban ferias. Estos espacios lo son todo para mí, aquí puedo vender, conocer personas, a veces crear conexiones con otros emprendedores que impulsen mi negocio. Son un sinfín de beneficios que veo”, detalló María Gilda Garcete.

Tanto María Gilda como María Auxiliadora coinciden en que las cooperativas ayudan a crecer y destacan que la facilidad en el acceso a créditos y la cercanía de los colaboradores hacia las necesidades de los demás marcan la diferencia en comparación a bancos o financieras. Impacto La Cooperativa Medalla Milagrosa es una de las entidades que más ayuda y visibiliza al sector emprendedor. Por medio de créditos, ferias y capacitaciones contribuyen a que cientos de familias puedan salir adelante por sus propios medios. Además, colaboran con la reactivación económica de comunidades y ciudades.