Ilse González encontró en las antigüedades una puerta para generar ingresos. Con un historial de 23 años como socia de la Cooperativa Medalla Milagrosa, decidió confiar una vez más en su institución y lanzarse al emprendedurismo participando en las ferias mensuales.
Contó que todo se inicio debido a que su abuelo es un gran coleccionador de antigüedades. Entre conversaciones le preguntó si podía crear un negocio con sus colecciones, a lo que él accedió de forma positiva. Luego, averiguó que de forma mensual en las agencias se organizan ferias y decidió participar por primera vez. “Las ferias son buenas, sobre todo para aquellas personas que no tienen ingresos fijos y usan estas oportunidades para obtener un poco más de dinero”, dijo. A pesar de ser nueva en el emprendedurismo, tiene un historial de 23 años como socia. Durante todo ese tiempo utilizó todos los servicios financieros y sociales de la cooperativa y señaló que los préstamos son su principal atractivo con buenas tasas de interés, planes de financiación acordes a la necesidad de cada uno y una gran flexibilidad en el caso de presentar dificultades de pago. “Los bancos y financieras lastimosamente no disculpan un solo día de retraso. En cambio, aquí en mi cooperativa fueron comprensibles y logramos llegar a un acuerdo en época de pandemia”, explicó. Como valor agregado, la socia Ilse contó que puede sacar créditos a sola firma sin la necesidad de requerir el permiso de su esposo y agradece a la cooperativa la oportunidad de entregarle a ella y a otros cientos de mujeres la libertad financiera para disponer su propio dinero.
Más historias de socias exitosas

Georgina Lavand es una emprendedora dedicada al rubro de la confección y cada vez que la agencia Loma Pytã está de feria ella es una de las primeras en inscribirse. “Confecciones Maridei”, es el nombre de su negocio donde confecciona uniformes sobre medida. Comentó que las ferias la ayudaron a posicionarse dentro de la industria al captar muchos clientes. “No es fácil el rubro textil, hay demasiada competencia, pero gracias a las ferias logré consolidarme. Siempre me sentí apoyada por mi cooperativa y eso no tiene precio”, dijo.

Por otro lado, Susana Salinas es feriante recurrente de la Sede Social 26 de Abril en todo lo relacionado a la gastronomía. Su negocio se llama Valentina The Cakes y nació en pleno 2020 luego de preparar unatorta de naranja para el cumpleaños de su sobrino. Ese fue el puntapié inicial que la motivó a profesionalizarse y hacer un curso de pastelería. Hoy elabora pizzas, tortas decoradas, budines, marmoladas y dulces fríos. “Es un negocio familiar y me emociona ver el fruto del esfuerzo de todos. Contamos con redes sociales y productos de excelente calidad. Animo a todos los socios a darse la oportunidad de soñar con el apoyo de su cooperativa. Mi experiencia personal ha sido positiva y debo decir que la ferias son muy buenas para cerrar ventas y salir de la zona de confort”, acotó. Cada vez son más los socios que apuestan por el cooperativismo. Cooperativa Medalla Milagrosa hace año colabora en la construcción de metas y sueños personales
