Con 25 años, la joven protagonista encamina sus sueños con sacrificio, entrega y una dedicación única con la convicción de crecer.
Sin duda alguna, la familia es el principal motor, la inspiración y el ancla a la vida y la búsqueda del bienestar. Pero dentro de ese sueño por tener una existencia ordenada, próspera y feliz, existen personas bastante valientes que van por la concreción de sus verdaderos sueños. Ese es el caso de Nathaly Alcaraz, una joven con 25 años de edad y madre de Aline, una pequeña de casi 3 añitos, fuente de todo impulso para caminar en el mundo del emprendedurismo, demostrando día con día que los límites solo son mentales. Su pequeña gran familia está compuesta por su adorada hija, su compañero de vida, sus abuelos, su hermano y su madre.
La emprendedora, también conocida como «Natha», realiza variadas actividades desde el 2.020, año en el cual le llegaba la noticia más importante que daría a su vida un giro de 180°. Los primeros meses de embarazo fueron los principales espacios para desarrollar planes que con el tiempo cobraron vida.

Una herramienta innegable que posee la joven protagonista son las manualidades. Paso a paso, mientras su vientre crecía con los días y semanas, también hacía crecer su emprendimiento. «Aline Creaciones» lleva por nombre uno de sus primeros pasos en el mundo del emprendedurismo. En ella realiza trabajos que resaltan la belleza femenina de pequeñas y adultas, con vinchas, moñitos para el cabello, con hebillitas adornadas y varios accesorios. Su segundo paso más importante es incursionar en el mundo de las uñas, tarea no fácil, que pasó por procesos de capacitaciones, ahorrar, invertir, esperar y proyectar para ser una de la más linda realidad.
Desafíos con resultados
Uno de los mensajes más importantes de la emprendedora es la apuesta a la capacitación y explotar todo tipo de don o inspiración que cada persona posea. «Tuve que realizar muchos cursos, eso conlleva gastos, renuncias, inversiones, en materiales, en herramientas, en viajes idas y vueltas, dejarle a mi pequeña hija unas importantes horas al día, pero sin duda alguna y sin pensarlo dos veces, vale la pena, dentro de unos años, mi hija va entender que ella es mi mayor inspiración».



