El Congreso 4C, enfocado en ciberinteligencia, criptoseguridad, ciberseguridad y criminalística, reunió en Asunción a especialistas internacionales y representantes institucionales para analizar cómo la innovación tecnológica redefine la seguridad pública, tanto en el plano físico como digital.
Durante la apertura, el viceministro de Seguridad Interna, Óscar Pereira, remarcó que la modernización tecnológica es un eje prioritario del Gobierno para reforzar la protección ciudadana. Señaló que el Estado busca ampliar las capacidades de las instituciones encargadas de prevenir y enfrentar el delito, impulsando acciones coordinadas entre organismos públicos y el sector privado.
Pereira subrayó que herramientas como la inteligencia artificial y el análisis avanzado de datos ya forman parte de las nuevas tendencias que aceleran los procesos investigativos y permiten respuestas más ágiles.
El encuentro contó con el patrocinio de TSV del Paraguay, representante local de las firmas tecnológicas presentes en el congreso. Su gerente general, Pablo Salinas, sostuvo que la transferencia de conocimiento y soluciones digitales es un componente esencial para fortalecer el trabajo de las fuerzas de seguridad. Destacó que las tecnologías expuestas pueden mejorar la gestión operativa y ampliar el alcance de las investigaciones.
Un nuevo paradigma para las pericias
Entre los expertos invitados, Óscar Rojas, de la compañía Cellebrite, describió el impacto de la evidencia digital en las investigaciones modernas. Indicó que gran parte de la información crucial para resolver casos se localiza hoy en dispositivos móviles, lo que ha transformado los métodos forenses tradicionales y reducido los tiempos de análisis.
El comisario general retirado Alejandro Ñamandú, consultor de la Policía Federal Argentina, profundizó en el crecimiento de las ciberestafas transnacionales y en la necesidad de que las unidades especializadas cuenten con capacidades técnicas actualizadas para enfrentar estructuras delictivas cada vez más complejas y globalizadas.
En representación de la Policía Nacional, el comisario principal Nimio Cardozo expuso sobre las herramientas analíticas utilizadas en tareas de prevención, destacando su utilidad para anticipar escenarios de riesgo y mejorar la reacción ante eventuales incidentes.
A su vez, Afonso Pena, de Clearview AI, detalló cómo la aplicación de tecnología de reconocimiento facial en diversos países ha contribuido a identificar a personas buscadas mediante datos de acceso público, permitiendo acelerar la resolución de casos. En la misma línea, Pamela Ramírez, del Gabinete de Análisis de Investigaciones Judiciales de Buenos Aires, explicó el rol del rastreo digital y la comparación de rasgos distintivos —como tatuajes o cicatrices— en investigaciones de delitos sexuales.

Cibercrimen y análisis blockchain
La agenda también incluyó la participación de Carlos Jaramillo, de Chainalysis, quien presentó herramientas de rastreo de transacciones en blockchain para combatir delitos financieros. Indicó que el creciente uso de criptomonedas en Paraguay exige mecanismos de monitoreo más robustos para detectar operaciones sospechosas y reforzar las políticas de control.
El comisario principal Diosnel Alarcón, responsable del Departamento de Investigación del Cibercrimen de la Policía Nacional, detalló las tecnologías que ya se utilizan en el país y señaló que la dinámica cambiante del delito informático impone desafíos permanentes.
En el panel de cierre, el especialista Rodrigo Cunha da Silva, de la empresa Cognyte, explicó cómo los copilotos de inteligencia artificial se integran al flujo analítico de las investigaciones, mientras que el general retirado Héctor Grau expuso sobre el valor estratégico del análisis de inteligencia asistido por tecnología. Finalmente, el comisario Pascual Ramón Cuéllar, director de Inteligencia del Ministerio del Interior, presentó herramientas de procesamiento de datos aplicadas a la generación de información operativa.
Conclusiones del encuentro
La jornada dejó en evidencia que las soluciones basadas en IA, análisis avanzado y sistemas de reconocimiento se están consolidando como instrumentos indispensables para responder a amenazas contemporáneas. Los casos presentados mostraron que la coordinación entre el sector público y privado permite mejorar la capacidad operativa, optimizar los tiempos de investigación y fortalecer la protección ciudadana.
El Congreso 4C se posicionó así como un espacio regional de referencia para discutir los desafíos de la seguridad moderna y las oportunidades que ofrece la tecnología para construir políticas preventivas basadas en datos.
