Se destacó el importante papel de las cooperativas agrícolas en la economía paraguaya, que trasciende a sus ámbitos societarios.
Fue durante un foro organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el que representantes del movimiento solidario regional analizaron las perspectivas de las cooperativas agrícolas y su contribución en el proceso de recuperación económica en el periodo pospandémico.
El encuentro contó con la participación de Blas Cristaldo, gerente general de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), quien dio a conocer las principales áreas en las que se desempeña este gremio en el marco del movimiento solidario paraguayo.
La Fecoprod aglutina actualmente a 34 cooperativas de producción agroindustrial distribuidas por todo el país, desde Itapúa hasta el Chaco paraguayo. Es decir, contempla una diversidad considerable y tiene una inserción destacada en todo el territorio nacional.
En Paraguay, las cooperativas de producción entendieron que sus roles no se deben limitar a la obtención de la materia prima, por lo que sus actividades ganaron terreno en los siguientes ámbitos de la cadena de consumo. Mediante esta filosofía de trabajo lograron dar el valor agregado a los productos originados en el campo e impulsaron el desarrollo en los diferentes distritos en los que se encuentran instaladas, destacó Cristaldo.
Solo por mencionar algunos datos, las cooperativas vinculadas a la Fecoprod cuentan con siete plantas lácteas, dos de leche en polvo, tres frigoríficos, una curtiembre, entre otros emprendimientos industriales vinculados directamente al sector.
Según los datos registrados en los balances y estados de resultados de las entidades asociadas a la federación (2007-2018), este sector emplea de forma directa a 12.633 personas y las 34 cooperativas generan más de dos mil millones de dólares en concepto de ingresos por las ventas que realiza.
Inclusión de los más débiles
Más allá del desarrollo económico que tienen actualmente las cooperativas socias, la federación busca la inclusión de grupos no cooperativizados. Para ello, cuenta con programas establecidos con asociaciones y comités de pequeños productores, que de esta forma tienen la posibilidad de fortalecer sus acciones y transformarse también en actores relevantes de las cadenas económicas del país. “Y que en el tiempo puedan cooperativizarse”, completó Cristaldo.
Los proyectos de desarrollo rural en los que está involucrada la Fecoprod lograron generar ventas por más de 24 millones de dólares en los últimos seis años. Esto benefició a 10.300 familias, vinculadas a 402 comités o mipymes asociativas rurales. “Para nosotros, esta es la forma de concretar el Sétimo Principio Cooperativo. Seguramente seguiremos con este modelo, más aún ante la situación que tenemos actualmente”, manifestó Cristaldo.
Estos proyectos de desarrollo rural fueron concretados gracias a la capacidad de gestionar recursos de la Fecoprod, a través de la cooperación internacional.
La federación tiene actualmente una cartera de cooperación cercana a los 20 millones de dólares, mediante alianzas con USAID, DGRV, CAF y JICA.
Digitalización
Este fue uno de los principales puntos abordados durante el foro organizado por el IICA. Cristaldo recordó que, desde hace varios años, la Fecoprod comenzó a apostar con fuerza en la implementación de tecnología informática. Actualmente, la federación cuenta con un departamento específico, en el que nueve desarrolladores trabajan a tiempo completo.
La Fecoprod tiene 21 sistemas informáticos desarrollados, y orienta una inversión anual cercana a los 130.000 dólares en tecnologías de la información, señaló.
Modelo para el desarrollo
Manuel Otero, director general del IICA, señaló que el sector cooperativo debe consolidarse como un modelo de desarrollo económico y social. “A más crisis, la consecuencia inexorable será más cooperativismo”, aseguró.
Entre los desafíos, Otero señaló que es necesario emplear más y mejor las tecnologías digitales disponibles. Mencionó además que el IICA tiene tres prioridades esenciales: el cooperativismo, la agricultura familiar y la tecnología digital.