Las Naciones Unidas (ONU) reconocen al movimiento solidario como un modelo que puede favorecer la iniciativa emprendedora en la población joven.
En el reporte de la ONU, denominado Informe Mundial sobre la Juventud: Emprendimiento Social y la Agenda 2030, se resalta que el modelo cooperativo representa un apoyo para los jóvenes emprendedores sociales.
En el documento, la organización internacional analiza cómo el emprendimiento social puede empoderar económicamente a los jóvenes y generar desarrollo social de este segmento.
Al mismo tiempo, la ONU reconoce el protagonismo del movimiento solidario para brindar oportunidades de trabajo digno a grupos vulnerables, específicamente entre jóvenes y mujeres.
Entre las particularidades del sector cooperativo subrayadas en el informe, destaca la estructura democrática que logró abordar eficazmente los desafíos que enfrentan los jóvenes en la actualidad, como el desempleo y el empleo precario. En este sentido, la formalización de la economía a través del acceso a créditos y al mutualismo que el movimiento se presenta como elementos esenciales.
Igualmente, los principios cooperativos garantizan el desarrollo de habilidades de los jóvenes mediante la educación, la formación y la participación activa.
En el informe destaca el trabajo desarrollado por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y por el Foro Mundial de la Juventud sobre Emprendimiento Cooperativo de 2020 (FMJ20).
Incidencia en los ODS
Su particular enfoque en las personas permite a las cooperativas impulsar el desarrollo sostenible. En el mencionado reporte de la ONU se reconoce el compromiso que tiene el sector para crear condiciones de trabajo decentes y potenciar las habilidades de jóvenes sin experiencias laborales previas. Es decir, contribuyen para lograr dos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): el cuarto, que hace referencia a la “Educación de Calidad”, y el octavo, que habla del “Trabajo Decente y Crecimiento Económico”.