Los créditos de consumo son los más solicitados en la actualidad por su instantaneidad y con planes acordes para su reposición.
Por medio de las cooperativas, miles de paraguayos acceden a servicios financieros que se le son negados en el sistema tradicional, gracias a las facilidades en la gestión, y el cobro casi instantáneo como también de financiación en caso de mora al momento de cumplir con los compromisos crediticios. Según estadísticas, el sector cooperativo mueve alrededor del 20% en otorgamiento de créditos en todo el país, la mayor parte de ellos para consumo, vivienda y apoyo a los emprendedores para sus proyectos de desarrollo.
La pandemia trajo consigo un escenario desafiante para las instituciones, puesto que la capacidad de pago se redujo en niveles considerables, lo que a su vez empuja a la necesidad de delinear estrategias, por un lado, para sostener las cooperativas y por el otro, seguir acompañando al socio en situaciones complejas.
Siempre y cuando el asociado muestre una predisposición a honrar sus obligaciones, la cooperativa pone a su consideración los planes de financiación, con descuentos de intereses moratorios, punitorios y hasta la exoneración en caso de tasas judiciales.
Para el acceso a estos beneficios es fundamental que los adherentes se acerquen a sus instituciones para negociar y consensuar las mejores opciones y de esa manera mantener un estatus financiero que le permita a mediano plazo gestionar nuevos créditos y a la vez respaldar la labor de la institución para la cual aporta.