Deidamia González lleva 30 años siendo socia y dirigente de su cooperativa base Nazareth, que próximamente celebrará 48 años de fundación. Incursionó en el cooperativismo cuando se fundaban cooperativas en parroquias y barrios para paliar las dificultades de vivir en un país que por aquellos años soportaba una dictadura.
Deidamia González lleva 30 años siendo socia y dirigente de su cooperativa base Nazareth, que próximamente celebrará 48 años de fundación. Incursionó en el cooperativismo cuando se fundaban cooperativas en parroquias y barrios para paliar las dificultades de vivir en un país que por aquellos años soportaba una dictadura.
La referente de la semana explica que dedicó la mitad de su vida al movimiento y alcanzó un cargo dirigencial cuando apenas bordeaban los 8.000 socios siendo ella la n°351. Desde ese momento nunca más se alejó y por medio de él logró tocar vidas y contribuir a cambiar las realidades de las personas por medio de los servicios financieros y sociales.
Su mayor orgullo es haber ejercido la docencia ya que considera que por medio de la educación se puede lograr la transformación social, por eso la formación de directivos es crucial para crear nuevos líderes que lleven adelante los principios y valores cooperativos desde sus instituciones. “La educación es nuestro principal estandarte, pero otra cosa que también nos caracteriza es que no seguimos ninguna política partidaria. Eso es un gran desafío para los cooperativistas de corazón, que no se ensucie nuestro trabajo con colores o ideales ajenos a los principios y valores”, dijo.
Agentes de cambio
Para Deidamia, las cooperativas son entes que trabajan el aspecto financiero y social. En ese sentido, contribuyeron a la formalización de negocios y empresas por medio de sus créditos. Además, aportan en la inclusión financiera en el otorgamiento a préstamos a personas que no lograron obtener vía bancos o financieras. En lo que respecta a lo social, entregan ayuda por medio de su centro médico, espacios para la recreación con un Country Club, alquiler de salones para eventos y la formación de socios por medio de alianzas con el SNPP. Con un fuerte énfasis en la educación dirigencial, señala que “hoy no veo posible que una persona, un directivo forme parte del movimiento del estamento dirigencial sin una formación previa. Existen muchos desafíos en lo que son números, documentaciones, leyes, declaraciones y es importante que el directivo esté al tanto de todo para poder liderar un equipo de trabajo y por sobre todo una organización de este tipo”, mencionó.
Por último, de acá a cinco años se ve aún dentro de su cooperativa, pero esta vez acompañando a las futuras generaciones de líderes.
