Con un tono firme en su discurso inicial, Santiago Peña asumió la presidencia de la República del Paraguay. El cooperativismo nacional también se encuentra expectante de los cambios y mejoras que se avizoran.
En la soleada mañana del martes 15 de agosto, a las 08:30, Santiago Peña juraba como nuevo presidente de la República del Paraguay. De esa manera se convertía en el mandatario n°51 del país, desde el Gobierno del primer presidente constitucional Carlos Antonio López y el décimo de la era democrática, tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner.
El jefe de Estado más joven de la era democrática detalló en un discurso firme cada uno de sus propósitos para estos cinco años. Enfatizó sobre los trabajos que realizará en las áreas de la salud, educación, el combate al lavado de dinero y el crimen organizado. Se comprometió fuertemente en la generación de nuevos puestos laborales para más de 500.000 compatriotas. Santiago Peña se comprometió en establecer puentes de diálogo con todos los sectores y apostar siempre por el consenso para la ejecución de proyectos y planes gubernamentales.
En otro punto, resaltó la gran importancia de oír la voz de la ciudadanía, que año a año pide mayor oportunidades para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. “Debemos prestar especial atención a las señales que envía la ciudadanía, la paciencia y la tolerancia se agotan ante el hartazgo de los compatriotas que ven a sus líderes pelearse, mientras faltan útiles en las escuelas, medicamentos en los hospitales y seguridad en las calles”, dijo.
La lucha contra la pobreza y la inseguridad tendrá su lugar especial durante este periodo. Sobre el punto expuso que impulsará mayor presencia de efectivos policiales en las calles y menos haciendo funciones administrativas.
Renovadas figuras
Todas las atenciones también estuvieron prestas en el cuerpo de colaboradores del presidente electo. Nombres conocidos y nuevas figuras ocuparán los cargos de decisión en los estamentos gubernamentales. Cada una de estas acciones fue acompañada de manera cercana por el sector cooperativo nacional, ya que hace meses se viene hablando de la gran expectativa que esta asunción representa para el rumbo y la salud de las entidades solidarias. Todo esto por la incidencia dentro del movimiento financiero que equivale a un aproximado de 30% en la actualidad. Es por ello que el trabajo mancomunado viene a significar un punto clave en este nuevo proceso de gobierno, donde todos los actores de la sociedad están invitados a realizar su valioso aporte para el mejoramiento de la calidad de vida.
