viernes, abril 19, 2024

Preservar y afianzar nuestra historia

En este breve rescate de algunos aspectos de nuestra memoria colectiva queremos referirnos hoy a otro hecho relevante que tuvo como protagonistas a dirigentes y técnicos del sector cooperativo, entre los años 2002 y 2003, con el inestimable apoyo del SCC, Centro Cooperativo Sueco. En esa etapa, a través de la Conpacoop, se llevó adelante el debate sobre las estrategias a ser implementadas desde el sector cooperativo, en el ámbito nacional, para contribuir con el desarrollo sostenible. Con el aporte de dirigentes, técnicos y expertos cooperativistas se elaboró el documento “Propuestas de Desarrollo Económico y Social del Movimiento Cooperativo Paraguayo” el cual fue analizado y validado por el Movimiento Cooperativo Paraguayo. Precisamente, a partir de un diagnóstico realizado para determinar las múltiples necesidades existentes y las variadas experiencias cooperativas diseminadas en el país, se recomendó el fortalecimiento de cinco áreas estratégicas: vivienda, servicios públicos, seguridad social, trabajo asociado y articulación financiera
Evidentemente, los mencionados sectores requieren un enfoque de trabajo cooperativo.
Estos desafíos exigen cada vez más encarar las acciones con criterios de integración y alianzas. Frente a las amenazas siempre acechantes, sean estas de tipo legal, económico, financiero o social, solo resta concretar y ampliar de manera permanente la cooperación y solidaridad del sector cooperativo, para superarlos.
Ustedes preguntarán por qué precisamos reavivar estos acontecimientos del pasado reciente.
Porque como decía el gran poeta uruguayo Mario Benedetti: Abrazar un recuerdo es como volver a fundar un sueño. Con esa fusión de sensibilidad y compromiso, debemos asumir la imprescindible tarea de preservar y afianzar nuestra memoria colectiva que ha marcado el largo y apasionante camino de construcción de nuestro desarrollo institucional.
En ese sentido, estamos hojeando algunos capítulos de nuestra compleja historia. Lo hacemos con la plena convicción y confianza en las diversas formas de trabajo cooperativo.
E l m odelo c ooperativo empresarial con orientación y responsabilidad social inherente, clara, ineludible, demuestra que por medio de la organización, la disciplina y la ayuda mutua se pueden enfrentar no solamente los retos de la pobreza, la desocupación, el mejoramiento productivo, la inversión en tecnología y la innovación. El mayor desafío, sin duda, es crear una nueva cultura de complementación y ayuda mutua que nos permita superar definitivamente la cultura de la confrontación y de la exclusión de aquellos que tienen opiniones diferentes a las nuestras. 
Crear una conciencia social amplia, basada en el trabajo solidario y la cooperación que nos ayude a superar las prácticas no cooperativistas, tan comunes en las organizaciones políticas-partidarias, evitando las interminables luchas por el liderazgo y el poder que debilitan nuestro afán y esfuerzo de integración.

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