Los datos muestran una importante reducción en el consumo de créditos, un alto porcentaje de socios recurrió a las herramientas financieras, estos son algunos de los puntos más importantes. Sin embargo, el Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) destaca la buena salud financiera de las organizaciones, porque con fondos propios logran sujetar toda esta situación.
Una de las preocupaciones más frecuentes del socio y los dirigentes del sector eran los ahorros. En este escenario, estos recursos estuvieron a disposición del socio en todo momento, pero no se presentaron retiros masivos. Esta situación demuestra la confianza de la población en el modelo solidario.
Según las averiguaciones, las cooperativas del tipo C tienen grandes necesidades y dificultades, pero no corren peligrosidad de quiebre u otro tipo de extremo técnico. Estas organizaciones presentan documentaciones pertinentes al ente regulador cada seis meses.
El análisis deja una impresión no muy alarmante, pero tampoco favorable. El dato positivo es que no hay problema de salud financiera y existe una importante liquidez que protege a los ahorristas.
Otro aspecto muy valorado por el ente regulador es que pese a la dura circunstancia, las cooperativas superan la situación, se manejan informaciones muy positivas como los casos de que ninguna cooperativa haya cancelado el contrato con sus recursos humanos.
