El Chaco paraguayo, esa gran llanura, en parte boscosa, seca, arenosa, de una gran biodiversidad y casi olvidada por los gobiernos, debe comenzar a ser mirada como un factor de desarrollo estratégico para nuestro país.
Hoy por hoy, allí vive apenas el 3 % de la población total de la República, con grandes extensiones de estancieros y sin ningún gran polo de desarrollo que genere infraestructuras y posibilite la instalación de industrias electrointensivas. Hubo amagues de algunos gobiernos de la transición con nuestros vecinos, que apenas quedaron en la intención y vagos proyectos al respecto.
Ahora se está hablando insistentementeç de una gran terminal aeroportuaria en Mariscal Estigarribia, que movilice el mantenimiento y el ensamblaje de las grandes compañías fabricantes de aviones. Naturalmente que esta idea debe ser llevada adelante mediante una iniciativa públicoprivada, pues se mencionan inversiones superiores a los 2.000 millones de dólares.
Este centro de mantenimiento de aeronaves, de concretarse creará paralelamente cientos de inversiones de las compañías internacionales, el movimiento inmobiliario y comercial aumentará en grado superlativo, generándose poco a poco una metrópoli en pleno corazón de la Región Occidental del país.
En el pasado también se había hablado de crear un polo de desarrollo con Bolivia, que sea una ciudad fronteriza y binacional, generando un puerto franco libre de impuestos que propicie inversiones y el crecimiento poblacional. Estas ideas deberían ser realizadas para su posible implementación.
Como diría el presidente Horacio Cartes, el Paraguay es un país de grandes oportunidades, donde hay todo por hacer, un tesoro escondido al que hay que desempolvarlo para mostrar al mundo las potencialidades existentes. Lo cierto es que las autoridades del Gobierno, líderes del sector público y privado, deben comenzar a debatir este tema, que también podría significar un descongestionamiento de la alta tasa poblacional que tiene la Región Oriental, con respecto a la Occidental.
Hay que añadir que este es el mejor momento para concretar un mayor desarrollo en la gran llanura del Chaco paraguayo, lo cual será igualmente un homenaje a aquellos esforzados guerreros que defendieron nuestra heredad durante tres años en la primera mitad del siglo pasado.