Las modificaciones establecidas en el documento quieren fortalecer al movimiento cooperativo y sus operaciones. En proceso de rediseño participaron el ente regulador en conjunto con las organizaciones.
Mayor flexibilidad, control de calidad, ampliación en los plazos y el gasto adecuado del dinero son algunos de los aspectos más destacados de la nueva regulación. El porcentaje de morosidad será controlado de forma trimestral, anteriormente se realizaba de forma anual.
Los gastos de gobernabilidad serán calculados en relación al porcentaje de los ingresos en las cooperativas. Cada institución debe aplicar este punto según su tipificación: A, B o C. Estos gastos son destinados al pago de la dieta de los Consejos de Administración, Junta de Vigilancia, Tribunal Electoral y Comités Auxiliares.
El miembro del Consejo del Instituto Nacional de Cooperativismo, Nilton Maidana, explicó que todo esto apunta a un mayor control, mejorar el rendimiento de las operaciones que tienen las cooperativas, generar una utilidad importante y regular los gastos.
“Realmente no es tanto el ajuste que se debe realizar con este marco regulatorio es más flexible y permite un mejor trabajo una mejor gestión. Acá también se establecen nuevas normativas para la apertura de agencias y sucursales, está en proceso”, dijo.
Asimismo, en relación a las cuestiones informáticas, se debe trabajar en una nueva resolución. Otro aspecto es el porcentaje de liquidez que se reduce del 7% al 5%.
“Este es un trabajo que se desarrolla desde hace dos años. Ajustar indicadores y parámetros. Un trabajo con los técnicos de la Conpacoop. Es algo muy beneficioso para todas las entidades, más aún en este año duro que se atraviesa. Me parece muy satisfactorio”, finalizó Maidana.
Los cooperativistas valoran este rediseño porque muestra un interés hacia el fortalecimiento del cooperativismo nacional.
Un gran paso
El gran avance se dará en la medida en que las cooperativas interpreten adecuadamente la nueva norma e introduzca los cambios necesarios de manera prudente.
“Recordemos que las cooperativas son entidades privadas y un mal manejo de los recursos puede ocasionar problemas que pueden evitarse. En cuanto al fomento del cooperativismo, se da de muchas formas, pero en el caso de este marco regulatorio, podríamos considerar que la aplicación correcta y prudente podría constituir una herramienta más para el fomento de las cooperativas”, dijo el Abg. Francisco José Valle, de la Conpacoop.
Aspectos positivos
El técnico de la Conpacoop Ariel Torres enumeró algunos de los aspectos más destacados a beneficio del sector solidario:
a) La reducción de la cantidad de indicadores financieros con el propósito por un lado de simplificar su análisis y por otra parte evitar algunos resultados de indicadores que generaban conflicto entre sí; finalmente considero que estos ajustes contribuyen positivamente para medir de manera más efectiva el riesgo financiero de las organizaciones cooperativas de ahorro y crédito.
b) La apertura para mejorar la negociación con los socios en situación de mora superior a 365 días que pretenden realizar pagos parciales.
c) La apertura de una opción para aplicar nuevos procedimientos de negociación con las personas que han perdido la calidad de socios, al respecto, es importante destacar que la modalidad de las negociaciones son absoluta responsabilidad de las Administraciones de las cooperativas que en todos los casos deberán ser transparentes y evidenciar que son más ventajosas que la venta de cartera de créditos.
d) También es importante destacar que la regulación en esta ocasión ha flexibilizado la toma de riesgos para el límite de concentración de créditos o captación de ahorros en un solo socio, así actualmente en ambos casos se podría llegar hasta un máximo del 20% del patrimonio efectivo. Si bien se trata de una ampliación importante, será absoluta responsabilidad de las Administraciones cooperativas haber adoptado todas las medidas que permitan mitigar la toma de estos riesgos.