No debemos olvidar que en los últimos años, de manera periódica, han surgido amenazas contra las cooperativas, desde diversos organismos, incluyendo las reiteradas opiniones de técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), respecto a someter a las cooperativas bajo la potestad del Banco Central del Paraguay (BCP).
Los argumentos han sido comunes, repetitivos, de mala fe. Siempre tratan de convencer a la gente de que las cooperativas son empresas “lucrativas” que no se diferencian de las demás entidades financieras que operan en el mercado. Un expresidente de la República, llegó a afirmar que las cooperativas ganan mucha plata, para justificar la aplicación de impuestos sobre el acto cooperativo, la actividad solidaria y de ayuda mutua que los socios desarrollan en una cooperativa. Recordemos que incluso se han presentado proyectos de ley, como la elaborada por el BCP, tiempo atrás, cuando dicho ente era presidido por el señor Gabriel González que con el nombre de Ley General de Entidades de Intermediación Financiera, incluía entre sus objetivos aplicar Normativas Bancarias a las mismas.
Uno de los artículos señalaba claramente que el BCP va a autorizar la creación de cooperativas de ahorro y crédito con un capital inicial de 1.000 millones de guaraníes. De esta manera pretendían cambiar la identidad cooperativa, que es esencialmente una Asociación de personas, donde lo fundamental es la voluntad de los socios de trabajar solidariamente para resolver necesidades comunes y transformarla en una empresa de capital, en que las acciones en dinero condicionan las relaciones de poder y establecen los mecanismos de decisión. Asimismo, otro proyecto que se planteó dentro de la Reforma de la Banca Pública, propuso la creación de una Superintendencia de Entidades Financieras No Bancarias, cuyo objetivo era vaciar el Incoop de sus funciones esenciales Regulación, Control y Certificación de las cooperativas y convertirla en una simple oficina administrativa burocrática de Fomento, con el agravante de que dicha entidad debe ser sostenida con los aportes del movimiento cooperativo.