Ana Antúnez
@AnaAntunezVeron
Señor ministro de Hacienda, Santiago Peña, usted dice que la implementación del IVA sobre los intereses de los socios cooperativistas traerá formalidad, transparencia y que acabará con la discrecionalidad que reina en el sector solidario.
Necesito recordarle que situaciones de discrecionalidad y de descontrol escandaloso se dan en su propia casa, llámese “gasto público”, “erario del pueblo”, o “dinero que pago en impuestos”.
Usted, ministro Peña, aclaró que “el IVA en sí no busca el fin recaudador, sino que busca un fin formalizador”, en las cooperativas, sin embargo, estas entidades solidarias de por sí funcionan en la legalidad desde el momento en que su funcionamiento es autorizado por el órgano
rector, Instituto Nacional de Cooperativismo.
Aseguró usted, señor ministro, que “el sector Ahorro y Crédito ha sido un segmento que ha hecho de la discrecionalidad una regla”, y en serio que no veo el sustento en la realidad. Estas cooperativas mensualmente informan del movimiento financiero al Incoop y están sujetas como cualquier otra entidad a intervenciones, multas y hasta liquidación en casos extremos.
No crea que para el socio de la cooperativa sea un hobby placentero ir a marchar por el microcentro capitalino, con el calor de otoño que afecta a todos, con el estigma que conlleva “molestar al libre tránsito” ante una ciudadanía que no dimensiona el error de conceptos muy claros que se cometió con la aplicación del IVA. Porque es un tributo sobre el dinero del socio, dueño de la cooperativa que la sustenta con pagos mensuales en conceptos de aporte y solidaridad. Porque es, ese dinero propio que en definitiva el que se traslada en créditos concedidos por las cooperativas. Le recuerdo además, señor ministro, que hasta el momento no conozco de banco o financiera alguna en el mundo que reparta excedentes entre los clientes, como lo hacen las cooperativas con sus “dueños-socios”.
Y para amenizar tanta “mala leche” contra el sector solidario, en las movilizaciones callejeras, por suerte no está ausente el humor paraguayo. Los cooperativistas y campesinos hallaron la manera jocosa de denunciar hechos reales y actuales donde se evidencia la discrecionalidad
en el uso del dinero público. “HC promociona su cocido negro y quemado “El Oro”, es uno de los carteles que se puede ver en las masivas marchas que se suceden por el microcentro desde el viernes 1 de abril, día de la implementación oficial del IVA al acto cooperativo.
Y menos mal, porque el Gobierno debe saber que no le perdonamos tanta discrecionalidad con dinero público, dinero mío, de usted y de cualquier otro paraguayo y paraguaya que reniega con méritos suficientes al ver tanta impunidad.