La consolidación de las cooperativas en el país repercute en varios aspectos, la generación de empleos es uno de ellos.
De acuerdo a datos de la Dirección de Registros, Estadísticas e Informaciones del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), una de cada dos cooperativas está asentada en la capital del país y el departamento Central.
Esta distribución responde de forma directa al movimiento poblacional del país. A setiembre del 2021, en el registro del Incoop figuraban 750 cooperativas distribuidas por todo el territorio nacional.
No obstante, y de acuerdo a lo que aseguraban desde el ente regulador, alrededor de 600 son las entidades que tienen un óptimo funcionamiento.
Si a las cifras mencionadas se suma la cantidad de sucursales que tienen en el país las cooperativas más grandes, se puede asegurar que el sector solidario tiene un valor inestimable en la generación de empleo, y lo más importante, la propuesta de trabajo digno en distintas comunidades.
Otro aspecto muy bien cuidado en las cooperativas es la capacitación y la apuesta por sus colaboradores.
Son varias las experiencias de personas que desarrollan sus carreras profesionales en las en desde jóvenes y escalan hasta llegar a áreas de gerencia. Es decir, se insiste en fortalecer el sentido de pertenencia y la cultura organizacional a través de diversas acciones a nivel interno.
Impacto indirecto
Si bien es considerable el efecto directo de las cooperativas en la generación de empleos, el indirecto no es menos importante.
La estrecha vinculación que tienen con las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), motor principal en la creación de trabajo en el país, da más fuerza al impacto de las entidades en la sociedad paraguaya.
Más allá del tamaño y el número de la membresía, las entidades solidarias son agentes multiplicadores con los productos y servicios que adquieren de las mipymes, o las herramientas financieras que entregan a este sector productivo.