lunes, septiembre 25, 2023
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Ajustar acciones para garantizar otro año positivo

Las cooperativas paraguayas, en especial las de ahorro y crédito, se encuentran ante un panorama coyuntural que requiere ajustar las estrategias para enfrentar el contexto económico que se tiene en el país.

El abogado Nilton Maidana, consejero del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) en representación de las cooperativas de ahorro y crédito, advirtió sobre los inconvenientes que podrían generar al sector los diversos aspectos que en la actualidad afectan a la economía local e internacional.

En primer lugar, mencionó los efectos adversos causados por la prolongada sequía sobre el sector agropecuario paraguayo, que impactan de forma considerable sobre la economía nacional.

La sequía también afectó las vías hídricas del país, lo que dificultó la navegabilidad de los ríos. Al considerar que Paraguay es un país mediterráneo, cuya única salida al mar se da a través del río Paraguay, tanto materia prima como productos terminados no pudieron enviarse al exterior.

Otro factor adverso, no menos importante, constituyen las consecuencias de la pandemia. Si bien la importación y exportación no fueron cortadas, el cierre prolongado en las fronteras afectó la economía de sectores menos favorecidos, como el de pequeños comerciantes, y especialmente, socios de cooperativas de las comunidades fronterizas.

Tampoco se puede desestimar la pérdida de empleo de socios y su grupo familiar durante la pandemia. Esta es una situación que generó morosidad en las cooperativas.

También es oportuno mencionar que existen créditos de socios fallecidos, que no pueden ser recuperados, ya que no cuentan con seguro o son personas mayores que tampoco tienen alguna cobertura o no poseen bienes. “Todos estos son factores que afectan a las cooperativas de ahorro y crédito paraguayas”, expresó Maidana.

Elevada liquidez en el mercado

Al bajo circulante que se observa en el mercado se suma la alta liquidez. Como consecuencia directa, las tasas de interés pasivas y activas tienen una tendencia a la baja. 

Maidana recordó que dos años atrás, la tasa considerada usuraria estaba por encima de los 37%. En la actualidad es menor a 32%, como efecto de la alta liquidez. “Es decir, las cooperativas se encuentran en situación de otorgar créditos a tasas máximas del 27%, para no caer en una tasa usuraria y ser competitivas en el mercado”. 

Movimiento comercial 

En la actualidad se observa la reducción del circulante de dinero en la actividad comercial, en especial en los sectores informales y menos favorecidos. Si bien se refleja cierta recuperación, todavía no se llega a la situación que se tenía antes de la pandemia. “Aparentemente, todo se está estancando”. 

La cotización del dólar, que en la actualidad se encuentra en valores cercanos a G. 7.000, es igualmente un aspecto a tener en cuenta. En consecuencia, se generó un efecto inflacionario. Maidana citó también otros elementos que no se deben perder de vista, como la suba de combustible y su incidencia en el costo de la canasta básica familiar, y el próximo incremento del 10% en el Salario Mínimo Legal que se tiene previsto para junio.

Todos los puntos mencionados impactarán en los costos operativos de las cooperativas, lo que podría ser perjudicial, principalmente para las entidades de ahorro y crédito.

Recomendaciones al sector

Este es el escenario actual en el que se encuentran las cooperativas de ahorro y crédito. En ese sentido, es prioritario que directivos y gerentes de las entidades se enfoquen en realizar un análisis exhaustivo y establecer las medidas necesarias en relación a las tasas activas y pasivas, los servicios ofrecidos, los gastos administrativos y otros ingresos. Esa es la recomendación que plantea el consejero del Incoop. “Para hacer frente a los problemas que actualmente afecta a nuestro país, y en definitiva, poder cerrar un ejercicio satisfactorio en beneficio de todos los socios de las cooperativas”.  

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