La disciplina financiera empleada por algunas cooperativas les permitió realizar audaces apuestas orientadas a la producción.
Un ejemplo claro de grandes aportes es Coopeduc, que desde hace años y más ahora luego de la pandemia viene trabajando en la reconversión agrícola, cuenca lechera y nutrición con soja. La alimentación con soja beneficia a más de 1.500 familias, todo en alianza con instituciones públicas y privadas. La reconversión agrícola fue otra de las ayudas dadas a productores de caña de azúcar que se quedaron sin empleo tras el cierre de la azucarera Iturbe. Pasaron de la producción de caña al rubro de mburucuyá. Se produjeron más de 1.400 toneladas de fruta y se asistió a más de 100 productores en el área financiera y técnica. Otras cooperativas aportan a las viviendas como 8 de Marzo, Cofan, Cooperativa Ñanduti, Copafi, entre otras, que con fondos propios o por medio de la Agencia Financiera de Desarrollo entregan créditos para la compra, construcción o refacción de viviendas. Por otro lado, también apuestan a la educación por medio de colegios e institutos cooperativos donde cientos de niños, jóvenes y adultos se capacitan con educación de calidad. El sector cooperativo tiene una alta incidencia en todos los sectores y son un importante brazo en el crecimiento sostenido del Paraguay con acciones concretas y visibles.
Múltiples beneficios
Las cooperativas aportan en diversas áreas de la sociedad. Las personas obtienen beneficios desde el momento de asociarse a un ente solidario, tales como consultas médicas, servicios oftalmológicos, descuentos en miles de comercios con promociones exclusivas para cooperativistas. Descuentos en educación primaria, secundaria y terciaria en las mejores instituciones educativas del país. Los medios de pagos alternativos emitidos por las cooperativas son aceptados en comercios de todo el mundo, con poder de cancelación en cuotas a precio contado.



