Los expertos dicen que ser heredero no garantiza el éxito. Y es la pura verdad para Antonio (nombre ficticio), quien recibió un patrimonio importante de su padre, un exitoso empresario, que bien pudo haber garantizado su futuro, pero no estuvo preparado y perdió casi todo.
Es que por más que haya estudiado la carrera de Administración de Empresas, lo académico no lo pudo aplicar en la práctica. Su primer año como gerente general de la cadena de gimnasios que le dejó su progenitor, no tuvo un final esperanzador. “Teníamos 6 locales, todos funcionando a full, pero me costó mucho mantenerlos. Reconozco que antes de involucrarme con la empresa, no me preocupaba mucho por aprender de mi padre el manejo, no adquirí de él una cultura financiera”, admitió Antonio.
Recordó que por su mala administración tuvo que ir disminuyendo personal, hasta el punto de cerrar casi todos los locales. “Fue todo muy rápido para mí. Mi papá se alejó del trabajo por cuestiones de salud y tuve que ocuparme de todo por ser hijo único. Fue una prueba de fuego para mí, porque, a pesar de mis 26 años, seguía viviendo una eterna inmadurez. Nunca antes me había hecho responsable de nada y de golpe tuve varios negocios a mi cargo sin que nadie me hiciera un seguimiento ni me diera capacitación, eso me mareó, especialmente el dinero que manejaba y lo empecé a malgastar, hasta que empezamos a sentir en lo económico”, comentó luego.
A un año y medio de tomar las riendas de la empresa, prácticamente tocaron fondo. A su padre no podía recurrir para pedir ayuda por su debilitada condición, por lo que tuvo que enfrentar la situación solo y volver a emprender. “Me sentía culpable, tenía mucha vergüenza de mi familia que confió en mí y ahí fue como si de repente hubiera madurado. Me propuse volver a empezar, golpeé algunas puertas buscando sobre todo una orientación y si bien algo de eso encontré en mi cooperativa, tampoco fue suficiente porque me invitaron a participar de talleres, que no me servían mucho porque eran grupales y yo necesitaba una atención individual”, expresó.
No obstante, luego de aprender a sus costillas el manejo financiero, se recuperó y se fortaleció en el mismo rubro que su padre le había heredado.