Así mismo es, Perú. El problema es que estas noticias pasan totalmente invisibles porque todos estamos con el armado del pesebre, hacer rendir el aguinaldo, las cenas kuéra que se multiplican de aquí para allá como si fuera luego que el próximo año no va a haber más comida.
Estoy viendo lo que salió ahora: por un lado esto que, según el diario, es una “extraña mortandad de peces” en Misiones, en un canal que cruza miles de hectáreas de arroz y, por otro, esto que según aipo científicos de Google, muestra que encabezamos hína la lista de mayores deforestadores, junto con Malasia y Camboya. Nooo, estimado Perú, esto ko no es, allá en la raíz, novedad. Por ejemplo, allá por el año 2005, en un diagnóstico que se hizo aquí ya se decía que nuestro sistema de agricultura industrial que va juntitos los dos con el uso intensivo de productos químicos ya estaba degradando el suelo patrio que nos vio nacer y entre otras cosas simpáticas, se estaba contaminando recursos hídricos y reservas de alimentos y como si fuera poco, también se estaba destruyendo recursos genéticos de flora y fauna. Pero sabemos luego que entre nos, al único al que le sirven los diagnósticos es al papel donde se escribió, después, seguimos nomás destruyendo nuestro róga guasu.
Ya sé, Perú, que eso se suele decir: que aipo la naturaleza siempre vuelve a encontrar su equilibrio, a pesar de los pesares, pero no es hína tan así. Para mí que fue allá por 1985 que tres japoneses que entiendo ganaron el nobel de economía, estudiaron el tema ese de los ciclos biogeoquímicos, o sea, cómo es que circulan el agua, el carbono, etc. Y qué es lo que demostraron: que ese asunto de la renovación o ajuste, cuando se pasa cierto límite, ya no sucede como siempre y entonces puede que la vida, o ciertas formas de vida ya no puedan mantenerse. O sea, la naturaleza sigue, pero ya con muchos problemas.
Por eso es que estas noticias que parecen todo sarambi porque nos cuentan de cosas que suceden en diferentes lugares, en realidad nos están hablando de un problema: hay una preocupante irresponsabilidad en la forma en que se usa el suelo patrio. Parece que hay como una generación de jatevu que funcionan como en esa poesía de Mario Rubén Álvarez. Y esa, Perú que al final dice: “Oipyte ha oipyte,/jatevúicha oipyte,/ haimetéma omboypa/ñane retã retemi” (Chupa y chupa/como garrapata chupa/está a solo un paso/de matar a la patria). El problema
es que nos dicen que eso es desarrollo y que estamos resolviendo el hambre en el mundo. Nambré.