Y en mi humilde entender, te digo estimado Perú, que no siempre hablando se entiende la gente, a pesar de que no tenemos otra, tenemos que hablar mante, pero en algún momento se te cuela en algún pa’û de la conversa esas palabras-trampa y allí si que amóntema.
Y por ejemplo, allí está hína la vedette de la semana, aipo “narcopolítica”. Exactamente, no sabés en qué momento se coló desde algún diario, y de allí saltó ya entre los locutores de radio y después si que se animó más todavía y ya saracuteó si que nomás en los programas de la televisión.
Ya sé, Perú que seguramente habrá sido luego de lo de Pablo Medina y justamente allí está hína el problema. Demasiado fuerte fue ese tema, a pesar de que como dijo un karai entrevistado de la zona que por esas tierras el asesinato de gente es nomás luego parte del paisaje desde hace tiempo, pero que no salía nomas en los diarios. Asimismo, Pablo Medina trascendió y allí nomás se llenaron los diarios, las radios, los programas de televisión de autoridades nacionales, locales, diputados, senadores, gobernadores, policías, fiscales, jueces en noviazgo mbarete con el mundo del narcotráfico.
Y sí, allí habrá sido que saltó esa palabra: “narcopolítica” que es nomás hína una palabra trampa para quienes curten el estilo anguja, en el sentido de que se morfan cualquier palabra que se parezca al queso, pero allá en la raíz no sirve para hablar sobre lo que nos anda pasando. Y te digo, Perú que lo que nos pasa y lo que la palabra- trampa “narcopolítica” esconde es la misma muerte de la política. Y si estimado, porque no puede pue existir algo como aipo “narcopolítica” porque lo narco no es que se junta con la política y aparece así esa palabra.Noooo, así no funciona la cosa en este mundo. Lo narco es la muerte de la política que es hína, al menos según los diccionarios kuéra, debate, libertad de decisión, juntarse para decidir cómo pa vamos a vivir juntos sin que el miedo, la inseguridad decida por vos. Y política también es hína ese tesakã necesario con tus autoridades, o sea, la seguridad de que el elegido responde al interés común, y que están allí para proteger los derechos y no para meterle balas a plena luz del día.
Por eso nomás, estimado Perú, que te digo que “narcopolítica” es una palabra- trampa porque gua’u junta dos cosas que para nada pueden juntarse. Y de eso es lo que tenemos que hablar, antes que sea demasiado tarde.